El empresario micro, pequeño y mediano (MIPYMES) usualmente tiene una forma muy particular de expresarse y demostrar lo que hace y siente, tanto desde el plano personal hasta el aspecto de los negocios; lo cual la mayoría de las veces mezclamos y no diferenciamos; razón por lo que se nos da el apelativo de “empresa familiar”.Sentirnos orgullosos de lo que hacemos y logramos es parte vital de un negocio. Mostrar seguridad de que sabemos lo que estamos haciendo, dominamos el tema y; más aún… que somos los que sentamos las pautas (modas y tendencias) de la industria en la que estamos!
La seguridad significa que lo estamos haciendo bien, estructuradamente, con procesos y sistemas que trabajan auto-suficientemente. Es la “auto-gestión” en la práctica lo que refleja la seguridad de una empresa bien administrada; lo cual por ende… nos hace sentir orgullosos!Al margen de esta dinámica tenemos (o caemos en)… la confianza.
Confiarnos demasiado puede llevarnos a la zona de “confort”. Pensar que lo sabemos todo, que nadie puede orientarnos, que todo lo hemos previsto…es un tremendo error. Confiarnos lleva a descuido en cosas esenciales del negocio como son el servicio al cliente, la calidad, la seguridad… la integridad!
Al confiarnos damos la oportunidad y abrimos la puerta a los competidores. ¡No hay error pequeño ni defecto mínimo! No hay competidor pequeño.
¡Los japonés hablan de la teoría de “cero” (0) error!
Revisa tus procesos, evalúa constantemente tu empresa, crea algo nuevo cada día! Que tu empresa se sienta como que cada día es la fecha de la apertura e inauguración. Escucha las orientaciones, los consejos y sugerencias que te hacen tus amigos, conocidos y; más importante, los comentarios de tus clientes!
Es tiempo de estar orgullosos de nuestros logros, demostrar seguridad y dominio en lo que hacemos, pero confiarnos…jamás! ! Recuerda que… “en la confianza está el peligro”!
