martes, 31 de julio de 2007

"Presentaciones rápidas" para vender tu proyecto

Hay muchas personas que cuando tienen que hacer una presentación en público se hacen preguntas del tipo “¿qué tal lo haré?”, “¿qué impresión voy a causarles?” y otras por el estilo.
Este enfoque no es correcto. Una presentación no es ni un examen ni un concurso de belleza. Sólo tiene una función: Convencer a los demás de tu punto de vista, tanto si se trata simplemente de facilitar información, conseguir que los demás hagan algo o evitar que hagan lo que no deseas que hagan.


Tus presentaciones tienen que centrarse dos puntos básicos:

1. Que tengas muy claros cuáles son tus objetivos (el “quedar bien” no es un objetivo, pero el convencer a los demás de que lo dices es bueno y conveniente, por supuesto que sí lo es).

2. Que expongas tus ideas de forma concisa y fácilmente comprensible por las personas que te escuchan (hay personas que creen que son muy buenas haciendo presentaciones, pero sólo “presumen” y no convencen a nadie).

Por lo tanto:

Piensa qué es lo que vas a decir. Tus ideas deberán dar respuesta a estas preguntas: ¿Qué?, ¿Quiénes? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Cómo? Y ¿Por qué? Es importante que lo hagas así porque de esta forma podrás responder a cualquier pregunta o duda que te planteen.

No empieces a hablar antes de que todos los presentes te estén prestando atención.

Estimula el interés desde el primer momento. El interés de las personas se estimula cuando lo que dices puede aportarles un beneficio o evitarles un problema. No te harán mucho caso si lo que dices no va por ahí.

Utiliza los primeros momentos para decir de qué vas a hablar, cuál es el resumen de lo que vas a decir y cuánto tiempo te llevará hacerlo. Eso hará que la gente se prepare para mantener viva su atención durante el tiempo que has señalado. Cuando no se hace así, la gente se distrae pensando en otras cosas.

Haz tu exposición insistiendo en las ideas principales o “mensajes clave” de tu discurso y repitiéndolas. Procura que no haya más de tres mensajes clave, porque no todo el mundo está dispuesto a memorizar lo que decimos.

Cuando hayas terminado, haz un resumen de toda tu exposición en menos de un minuto y aprovecha para repetir las ideas principales en las que han sustentado tus razonamientos.
Ofrécete a contestar preguntas que hayan podido surgir. Y aprovecha esa oportunidad para repetir tus mensajes clave.
Articulo de José Hermida (publicado en De Gerencia)

viernes, 6 de julio de 2007

PEDIDOS ESPECIFICOS


Un hombre encontró una botella mientras paseaba por la playa. La levanta de la arena y le saca el tapón. De repente comienza a salir humo de la misma y sale un genio desde adentro!

El genio le dice:

- Gracias por librarme de la botella que me tuvo preso tanto tiempo. Ahora, en recompensa te cumpliré tres deseos. - Fantástico! Siempre he soñado con esto y sé exactamente lo que quiero.

- Primero, quiero un millón de dólares disponibles en mi cuenta corriente del banco ahora mismo. En un instante aparecieron varios recibos de depósitos de banco en las manos del hombre. - Mi próximo deseo es tener una Ferrari F50 roja último modelo. Inmediatamente aparece el automóvil. - Finalmente, quiero ser irresistible a las mujeres.

El genio lo toca con su mano y lo convierte... en una caja de bombones! No fue lo suficientemente específico... y el genio se confundió.

Uno de los primeros trabajos a los que son sometidos mis alumnos es a despertar el Genio Interior. El dilema a que este "genio" los enfrenta es contestar a la siguiente pregunta: ¿Qué queres? Parece fácil, ¿quién no sabe lo que quiere? Lo difícil resulta ponerlo en pocas palabras y que todos lo entiendan. Imagina que despierta tu "genio" y te pregunta qué queres?¿Qué le responderías? Lo que yo escucho por lo general es:

Quiero ser feliz
Quiero vivir en paz
Quiero que me quieran y ser reconocido

¿Podes ver que poco específicos somos muchas veces?


Si hay algo que ganar y nada que perder con pedir. Por favor, PIDA!!!!
Clement Stone


Hemos desarrollado muchas resistencias para hacer pedidos y si a eso le agregamos nuestra falta de especificidad. Se hace muy complicado para el otro complacernos. ¿Cuáles son las conversaciones internas que se te disparan frente a la posibilidad de hacer pedidos? Se nos ha enseñado que es mejor dar que recibir. Que si el otro verdaderamente nos ama debe saber (o adivinar) lo que necesitamos. Pertenecemos a una cultura que nos ha enseñado a ser autosuficientes, y muchas veces por miedo a ser rechazados y otras por no quedar con cuentas pendientes, no pedimos ¿Cuáles son las razones por las que a vos te cuesta pedir?


Pide y recibirás
La Biblia

Postulamos que un pedido es una posibilidad que nos brinda el lenguaje de crear una realidad diferente y disponer para nosotros de un resultado determinado. El tema es que muchos de nosotros no tenemos ni el cuerpo ni la emocionalidad necesarias que hacen falta para hacer pedidos específicos. Esta falta de corporalidad o emocionalidad se encuentra sustentada en las conversaciones internas que mantenemos que explican por qué no debemos pedir.

Existen muchas maneras de pedir. Apréndelas todas!!!
Jack Canfield



Algunos pedidos que pueden hacer una diferencia cuando hacemos negocios son:

. pedir referidos
. pedir información
. pedir referencias
. pedir que prueben nuestro producto
. pedir que aprueben las condiciones de nuestro producto
. pedir buenos testimonios por escrito de nuestros productos
. pedir feedback
. pedir alianzas

Jesús pidió a sus discípulos que lo siguieran y nació el cristianismo

Colón pidió ayuda a los reyes de España y descubrió un nuevo mundo

Martin Luther King pidió igualdad para los negros y cambió el curso de la historia

La Madre Teresa pidió ayuda para apoyar a los pobres y creó la orden de las Misioneras de la Caridad

Winston Churchill pidió a los ciudadanos del Reino Unido que nunca se rindan y salvó a Gran Bretaña de una invasión


¿Qué pedido vas a hacer vos, para hacer una diferencia?