lunes, 18 de junio de 2007

Lecciones Aprendidas (Parte 2)

6.- Sin Marketing no hay nada

Ni ventas, ni clientes, ni posibilidad de hacer nuestro negocio rentable. Hoy día si una empresa, emprendedor o hasta el más pequeño de los autónomos no se preocupa por su Marketing y no invierte en él, sus posibilidades de mantener su negocio en el tiempo son casi cero.

La realidad es que las micro, pequeñas y medianas empresas compiten con un marketing casi nulo (o muy difuso) sin tener muy claro si el marketing es la promoción o cómo deben planificarlo: "Los resultados que se obtienen son proporcionales al esfuerzo y la inversión en Marketing".

Aprender correctamente qué es y qué nos conviene, conocer las claves que funcionan y planificar de manera que nos sea útil en el día a día son las actividades en las que tenemos que empeñarnos. Toda inversión de tiempo y dinero en conocer sobre Marketing y cómo ponerlo en marcha se le devolverá con creces en forma de clientes y beneficios. Garantizado.

7.- Planificar es la clave para obtener resultados
Planificar no significa tener que embarcarse en un plan interminable que luego nunca se mira ni se consulta (porque se ha perdido tanto tiempo planificando que hay mucho trabajo atrasado).
Esa es la percepción que muchos empresarios tienen por el simple hecho de que eso es lo que les ha pasado cuando han planificado...

Planificar de manera que nos sirva en nuestro día a día es muy sencillo:

1.- Tenga claro qué desea conseguir (algo que, sorprendentemente, no es así cuando se ahonda en muchos empresarios y emprendedores).
2.- Piense los posibles modos que puede utilizar para conseguir esos objetivos. Habrá varios caminos para llegar donde desea o a veces sólo uno, la cuestión es tener claras las posibilidades que hay y escoger las que parecen más adecuadas para nuestra situación.
3.- Detalle esos modos en tareas concretas a realizar. Cada una con su fecha específica. Coja esos caminos hacia sus objetivos y concrételos, no se detenga hasta que sean una lista de acciones específicas que pueda poner en su agenda en el día que toque.

Pruebe esta semana.
Plantéese qué objetivos desea conseguir en los próximos siete días (sea realista), vea qué opciones tiene para llegar ahí y elija las que parecen más adecuadas, luego trabaje para detallar en tareas concretas y específicas ordenándolas y dándoles una fecha. Finalmente pase eso a su agenda y establezca un compromiso firma de cumplimiento. Verá resultados.
Muchos empresarios se dejan llevar por el día a día, por los sucesos que van ocurriendo, ese funcionamiento "apaga-fuegos" tan habitual ocurre precisamente cuando no se planifica.

8.- Solo no se puede.
En su actividad como empresario una de las actividades más importantes es la creación de contactos y relaciones.

Pueden ser aliados, proveedores, clientes, incluso empresas de la competencia. La cuestión es que la cantidad y calidad de oportunidades que tengamos para hacer crecer nuestra empresa es directamente proporcional a la cantidad y calidad de los contactos realizados y las relaciones establecidas.

Si nuestra agenda no es un activo valioso, si apenas hay algún nombre o no nos preocupamos mucho por extender nuestra red de contactos y aliados no creceremos demasiado. Mire su agenda, en ella radican probablemente las mayores oportunidades que vamos a tener, cuanto más cuidada y fértil así serán también las oportunidades.

9.- El Activo más importante que se tiene es el tiempo
No, no es el dinero y aunque sí es cierto que las personas es un activo fundamental, el tiempo sigue siendo más valioso en un sentido estricto (porque aunque no quede muy políticamente correcto decirlo, la gente que se vaya de nuestra empresa a la competencia puede sustituirse con mayor o menor fortuna, pero el tiempo no).

Por tanto, si el tiempo es lo más valioso que tenemos, aprender a gestionar el tiempo (tanto por nuestra parte como por todos aquellos que están con nosotros) es una de las habilidades más fundamentales a desarrollar.

10.- Ser optimista es una cualidad imprescindible
Un empresario tiene que estar hecho de una pasta especial. No es un comentario gratuito, o se cultivan ciertas facetas como el optimismo (la capacidad de afrontar y convivir con la incertidumbre en un mayor grado que si se es un empleado) o se pasa muy mal trago siendo empresario.

Al final las empresas son sus empleados, no las máquinas infalibles. Nos afecta lo que nos ocurre, nos afecta ver pasar los días y que no nos llegue un pedido o que tengamos un problema con un cliente. Todo eso influye en cómo lo hacemos y en nuestra habilidad para gestionar nuestra empresa. Al final todo eso acaba también influyendo en los números.

Por esos motivos tan prácticos uno se da cuenta con el tiempo de que sólo tiene dos opciones, cultivar un optimismo poderoso o ir quemándose poco a poco y abandonar antes de tiempo.
Optimismo poderoso no significa hacerse ciego a lo que ocurre y pensar que todo irá bien por el mero hecho de desearlo, sino establecer el hábito de centrarse en lo positivo y en la oportunidad en vez de en los problemas. Siempre hay problemas, siempre hay riesgo, mientras que tengamos una empresa será así, la incertidumbre nos acompañará siempre cada día que abramos las puertas del negocio, por eso debemos cultivar nuestra personalidad.

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