En la actualidad el 60 % de los empleos lo generan las MIPYMES, lo cual significa un 48% del PIB. Aún así y con estas cifras tan representativas, nuestro País no reconoce el potencial que tienen las micro, pequeñas y medianas empresas como posible catalítico para mover la economía del País.
Y es que se entiende la palabra Microempresa como “algo”… simple y sencillo que no se mueve y permanece impasible donde está. ¡No se visualiza como un “ente” en crecimiento y en desarrollo, con ansias de ser un adulto!
En el proceso de desarrollar empresas hay dos alternativas:
a) La “microempresa” (bebé): que la vas desarrollando poco a poco (joven) , hasta que crece y se vuelve un adulto (Corporación). Esta dinámica se da usualmente cuando tenemos recursos limitados; lo cual es usual en un “microempresario”.
Es un proceso de desarrollo del negocio por fases o etapas.
b) Adquieres (o creas) una empresa en toda su magnitud (adoptas un joven), pues cuentas con los recursos necesarios para hacerlo. La empresa se desarrolla de acuerdo a un Plan de Trabajo donde no necesariamente hay fases o etapas pequeñas que lleven al crecimiento final de la empresa.
En nuestro País las agencias del gobierno, organizaciones y empresas privadas hacen sus apuestas a empresas ya establecidas (más de 1 año de operación), pero no se arriesgan a crear un Programa formal de apoyo al microempresario (bebé).
¡No se concibe ni visualiza el tomar miles de micro empresas (bebés), darles apoyo (orientaciones) , enseñarles a caminar(capacitación), transformarlas en jóvenes (empresas medianas) y verlas marcharse como adultos (exportación)¡
Las microempresas (menos de 5 empleados) representan en Puerto Rico el 85% del total de las empresas establecidas y generan el 60% de los empleos. ¡Solo un 5% de estas tiene más de 50 empleados!
Con un sector que mueve unos 156 billones anuales y generan alrededor de 837,000 empleos (directos e indirectos); la autogestión empresarial debería ser una prioridad en nuestro País; pues es la solución real e inmediata para nuestras familias.
Promovamos el empresarismo, el desarrollo y apoyo a las microempresas, pero más aun; tomemos la en nuestras manos la iniciativa de cambias nuestro País! Es deber y responsabilidad de cada uno de nosotros…sin seguir esperando ayuda de terceros!
¡No más excusas…es tiempo de forjar nuestro propio futuro!
Y es que se entiende la palabra Microempresa como “algo”… simple y sencillo que no se mueve y permanece impasible donde está. ¡No se visualiza como un “ente” en crecimiento y en desarrollo, con ansias de ser un adulto!
En el proceso de desarrollar empresas hay dos alternativas:
a) La “microempresa” (bebé): que la vas desarrollando poco a poco (joven) , hasta que crece y se vuelve un adulto (Corporación). Esta dinámica se da usualmente cuando tenemos recursos limitados; lo cual es usual en un “microempresario”.
Es un proceso de desarrollo del negocio por fases o etapas.
b) Adquieres (o creas) una empresa en toda su magnitud (adoptas un joven), pues cuentas con los recursos necesarios para hacerlo. La empresa se desarrolla de acuerdo a un Plan de Trabajo donde no necesariamente hay fases o etapas pequeñas que lleven al crecimiento final de la empresa.
En nuestro País las agencias del gobierno, organizaciones y empresas privadas hacen sus apuestas a empresas ya establecidas (más de 1 año de operación), pero no se arriesgan a crear un Programa formal de apoyo al microempresario (bebé).
¡No se concibe ni visualiza el tomar miles de micro empresas (bebés), darles apoyo (orientaciones) , enseñarles a caminar(capacitación), transformarlas en jóvenes (empresas medianas) y verlas marcharse como adultos (exportación)¡
Las microempresas (menos de 5 empleados) representan en Puerto Rico el 85% del total de las empresas establecidas y generan el 60% de los empleos. ¡Solo un 5% de estas tiene más de 50 empleados!
Con un sector que mueve unos 156 billones anuales y generan alrededor de 837,000 empleos (directos e indirectos); la autogestión empresarial debería ser una prioridad en nuestro País; pues es la solución real e inmediata para nuestras familias.
Promovamos el empresarismo, el desarrollo y apoyo a las microempresas, pero más aun; tomemos la en nuestras manos la iniciativa de cambias nuestro País! Es deber y responsabilidad de cada uno de nosotros…sin seguir esperando ayuda de terceros!
¡No más excusas…es tiempo de forjar nuestro propio futuro!
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