lunes, 9 de abril de 2007

E-MARKETING: Ahora debe anunciarse

Por Gil C. Schmidt

gil@vamospa.com

Aproveche la timidez de otros para darse a conocer sin tanta interferencia.

Dejar de anunciarse es natural en estos días de problemas económicos. Al bajar las ventas, bajan los anuncios. Para que vea esto, nada más tiene que darse cuenta que hay menos “shoppers” y hasta menos anuncios en televisión y radio, y los que hay los repiten mucho.

Y en esa repetición hay una buena lección. ¿Por qué los están repitiendo? La respuesta es obvia: porque hay pocas empresas comprando. ¿Y qué significa eso? Que ahora es el mejor momento de anunciarse.

Aunque parezca raro, verá que esto tiene sentido. Cuando menos personas desean comprar anuncios, hay menos anuncios. Cuando hay menos anuncios, es más fácil hacer que su mensaje llegue al público, y la manera más sencilla es que puede comprar más anuncios.

Muchas empresas recortan anuncios en tiempos de recesión porque no entienden que anunciarse (mercadeo) no es un gasto, es una inversión. Si usted no se anuncia, no vende. En una serie de estudios hechos en Estados Unidos y Europa por la Amercian Advertising Association, y apoyado por varios estudios académicos independientes, se ha demostrado claramente que empresas que se anuncian durante una recesión no sólo venden más que su competencia, sino que recuperan más rápido y siguen vendiendo más cuando la economía mejora.

Puede que sea que hay un factor detrás de todo esto y es que las empresas con buen flujo de dinero (ventas y ganancias) son las que tienen dinero para comprar anuncios cuando las demás están cortas de dinero. Pero eso demuestra el valor de mercadearse y vender bien en todo momento: le sirve de defensa en tiempos difíciles y armas de crecimiento en tiempos buenos.

Pero hay otra realidad: publicidad tradicional no es barata. Un anuncio en un periódico funciona por un día. Un anuncio de radio dura el tiempo que está en el aire. Para lograr permanencia a bajo costo, puede escoger entre “flyers” (demasiado baratos y desechables), “brochures” (caros e inflexibles) o el Internet. El Internet combina lo mejor de todos los medios:

· Es visual, y los humanos somos seres que aprenden más por lo visual.

· Es permanente, mucho más allá que el periódico…

· Y es flexible: Puede cambiarse de un día para el otro, como la radio.

· Una vez creado, es sumamente económico seguir usándolo.

· Combina, si desea, funciones de mercadeo y venta, reduciendo costos aún más.

· Extiende su alcance más allá de cualquier diario, estación o publicación local.

Como toda inversión, planificación le puede ahorrar mucho y brindar enormes beneficios. Mercadeo a través del Internet no es una idea “rara” ni “extrema”: es una idea básica, tanto como lo es pagarle a sus empleados o invertir en equipo. Ahora hay menos voces en el ambiente y con un poco de imaginación y estrategia, puede sacarle mejor provecho a su inversión de mercadeo.

Gil C. Schmidt es Consultor, Analista de Empresas y Escritor de Propuestas Federales. Para otras cosas de Gil, visite su blog Gil The Jenius.

domingo, 1 de abril de 2007

Tácticas: Tabla para Múltiples Opciones

Por: Gil C. Schmidt

gil@vamospa.com

Simplifique el proceso de decisión cuando los criterios y las opciones son muchas.

En medio de situaciones con múltiples criterios y opciones, uno se puede encontrar abrumado o abrumada por las variaciones posibles. Para poder simplificar la situación y comenzar a tomar una decisión, recomiendo el siguiente método:

    1. Haga una lista de los criterios principales que definan la situación.
    2. Determine las opciones que tiene para su decisión.
    3. Coloque cada opción en orden en cada criterio, con el mejor resultado siendo un “1” hasta llegar al final de la lista de opciones.
    4. Haga esto para cada criterio.
    5. Sume los puntos que recibe cada opción en cada criterio.
    6. La opción con el total de puntos más bajo es su “mejor” opción.

En varias ocasiones he tenido que escoger entre varios candidatos para un trabajo. Para ilustrar el método, he limitado los criterios en el ejemplo a cinco y los candidatos a cuatro, aunque he usado el método para situaciones con 10 criterios y hasta 10 opciones, que encuentro que puede ser tedioso, pero funciona. Señalo que los criterios son sujetivos, porque los criterios objetivos se resuelven por sí solos (no tiene maestría, carro, certificado de salud, ciudadanía, etc.) Y es que los criterios sujetivos son los más difíciles de coordinar entre sí.

Esta fue la evaluación de una serie de candidatos para un puesto administrativo, con la importancia de cada criterio bajando de izquierda a derecha (el más importante era el ser bilingüe):

    Bilingüe Experiencia Flexibilidad Redacción Intuición Total
    "Ana" 1 3 4 4 4 16
    "Berto" 3 1 3 3 2 12
    "Carlos" 2 4 2 1 3 12
    "Diana" 4 2 1 2 1 10

Aclaro que “Flexibilidad” e “Intuición” fueron criterios que combinaban características que los dueños de la empresa y yo estimamos que eran valiosas, pero que no estaban definidas de forma específica. Con este método, podíamos evaluar a los candidatos en esos renglones sin “salirnos” de tema.

El orden de los criterios es el orden de importancia que yo le di a la evaluación, pero al final, “Diana” era la candidata más adecuada, y su resultado bajo “Bilingüe” (que la descartaba en mi mente) no era tan importante para los dueños.

Por otro lado, antes de hacer la Tabla, los dueños estaban más orientados a contratar a “Berto” o “Carlos” hasta que se hizo la evaluación por este método. Arguyeron por “Berto”, pero al reducir la lista a sólo él y “Diana”, ella lo superaba comoquiera en 3 de los 5 criterios. Se le ofreció el empleo a “Diana” y tres años más tarde, se convirtió en la Gerente General de la empresa.

Ningún método te puede dar la mejor solución, pero sí hay métodos, como este, que lo pueden ayudar a navegar por áreas nebulosas y alcanzar un nivel de seguridad dentro de sus propios criterios.

Gil C. Schmidt es Consultor, Analista de Empresas y Escritor de Propuestas Federales. Para otras cosas de Gil, visite su blog Gil The Jenius.